Mar 14, 2007

Solo Con Batería


Confieso que nunca había ido a un concierto de un baterista. Y también que de Bill Stewart conocía bien poco, más bien conozco a los músicos a los que él ha acompañado (como Pat Metheny, John Scoefield, John Patitucci).

Hay que decir que un concierto de un baterista tiene sus inconvenientes, por ejemplo que entre tu cara y la del solista se interponga un platillo como el que se puede observar en la foto y que te pierdas durante todo el show toda expresión facial del artista, que afortundamente en este caso, no importaba casi nada.

Por el contrario se tenía una abierta y cercana vista de las manos del baterista, que sí son todo un espectáculo, como el constante juego entre el dedo pulgar y el anular de cada mano para jugársela a acariciar los tambores un par de compases y luego zorrajar un zildjian sin piedad.

(Gracias a Dios, digo a Google, que YouTube puede subsistir y lo pueden ver con sus propios ojos, en lugar de leer estas barrabasadas).

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