Despedida a manera de Prólogo
3 años y 499 entradas después, este blog ha llegado a su fin. Ya lo comentaba en el primer post, aqui lo único constante es el cambio, y a las TermóPilas y a su autor hace rato que les urge cambiar.
Para regocijo de mis lectores, estas TermóPilas permanecerán en línea para siempre (o mejor dicho hasta que Google quiera), con la intención de que sirvan de referencia para estudios sociológicos de la vida y la muerte de los blogs, y también para no dejar un puñado de enlaces rotos que dejarán otros tantos posts cojos.
Aprovecho para anunciar que están ultimando los detalles de una edición descargable, imprimible y hasta combrable de los mejores posts de las TermóPilas. Antes de que se me avalancen los puristas de la red, tengo que decir que soy un acérrimo defensor del hipertexto y sé perfectamente que un blog sin enlaces ni comentarios pierde dos terceras partes de la riqueza de su contenido, pero también sé que leer un blog es todavía una costumbre difícil de adoptar para mucha gente, como por ejemplo mis abuelos, grandes lectores y que se han perdido de la mayoría de las sandeces que su nieto escribe en internet.
Así pues, este post de despedida servirá al mismo tiempo como prólogo de aquel libro, que tendrá como principio un final y este blog tendrá como final un principio.
O más.
Para regocijo de mis lectores, estas TermóPilas permanecerán en línea para siempre (o mejor dicho hasta que Google quiera), con la intención de que sirvan de referencia para estudios sociológicos de la vida y la muerte de los blogs, y también para no dejar un puñado de enlaces rotos que dejarán otros tantos posts cojos.
Aprovecho para anunciar que están ultimando los detalles de una edición descargable, imprimible y hasta combrable de los mejores posts de las TermóPilas. Antes de que se me avalancen los puristas de la red, tengo que decir que soy un acérrimo defensor del hipertexto y sé perfectamente que un blog sin enlaces ni comentarios pierde dos terceras partes de la riqueza de su contenido, pero también sé que leer un blog es todavía una costumbre difícil de adoptar para mucha gente, como por ejemplo mis abuelos, grandes lectores y que se han perdido de la mayoría de las sandeces que su nieto escribe en internet.
Así pues, este post de despedida servirá al mismo tiempo como prólogo de aquel libro, que tendrá como principio un final y este blog tendrá como final un principio.
O más.
13 comments:
Y, ¿por dónde vamos a poder seguirte ahora?.
camara!
Sí, Las Nuevas Termópilas se están haciendo mucho de rogar.
La idea de la selección en pdf mola.
Venga, y ahora donde?
toda mi vida he cambiado de forma radical, dejo un país por otro y lo he hecho varias veces, por ejemplo; así que te entiendo y espero que este cambio cierre y abra algo mejor, pues siempre se trata de eso, ser mejor y mejorar a los demás...
un abrazo amigo!
Héctor
Faltó el enlace a tu nuevo blog
:P
Gracias por todos su comentarios. Como bien apunta Raúl, las "nuevas" Termópilas se están haciendo del rogar, pero espero que estén listas para presentarse en sociedad en un par de días. O menos si es posible.
Veo que nos hemos puesto casi de acuerdo para actualizar. Tenías una buena excusa, y yo también.
Salud
Felicidades por la despedida. Cuando logras a través de un texto, una pieza o un ejercicio permanente, como puede ser este, mover algo, a eso se llama logro. Ojalá de verdad que el blog no termine con el bloggero y que por ahi surjan de nuevo letras distractoras para esos lapsos de 5 minutos entre responsabilidad y responsabilidad. Un abrazo.
suerte en la nueva andadura!!
Muchas felicidades por todo lo que fue y esperaremos con ansias lo que le siga
Sea pues, mi buen Roger. Estoy seguro que pronto sabremos dónde reanudar tan provechosos momentos con tus ocurrencias y sugerencias.
Queda esto como los viejos satélites en órbita, supongo, manteniendo el movimiento circular y esperando a quien se interese, casi como piezas de ciber-museo.
Abrazos, evh
Hello everyone!
I cant understand this language!
Please let me know which language is this?
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