Las Otras Vidas

Pero los peores problemas venían en la cama. Meterse en la cama con alguien en Madrid, ¿qué era? ¿Coger, follar, fornicar, joder? Coger, tan íntimo antes, tan incomprensible de este lado del Atlántico. Se coge el autobús, se coge desprevenido, se coge un resfriado. En la cama no se coge, a ver si aprendés, en la cama se jo-de.

Quiero joderte, habia dicho él, a quien apenas conocía, acompañado de su reclamo de un vaho alcohólico y había alcanzado su mano que reptaba sobre el mármol de la mesa del bar como una araña, intentando esconderse en el regazo. E insistió: jo-der-te. Ella, concentrada cerró los ojos y tradujo: co-ger-te. Fatal, le sonaba pésimo. Prefería la palabra follar, pero follar le sonaba pastoril, revolcarse sobre las hojas, vestirse de pastorcita, triscar, hollar acaso, súper Marqués de Santillana, a sus partenaaires les resultaba muy fuerte y lo de fornicar, un cultismo absurdo con ecos de confesionario, una mezcla de latín y francés, ese fric-fric como de hormigas copulando (las formicas formican en el formicario): “Si, padre, he formicado ayer tambien” (...)

El anterior es un fragmento del cuento Lenguas Vivas, que forma parte del libro Las Otras Vidas, de mi maestra Clara Obligado que edita Páginas de Espuma. Los quince cuentos que componen Las Otras Vidas hablan de mujeres, de la diáspora y también de avestruces. Como queda claro en el ejemplo anterior, una combinación así suele terminar rondando el tema del sexo.

Las Otras Vidas va a ser presentado en el Círculo de Bellas Artes, este Jueves 16 de Febrero a las 19.30 horas en la Sala Ramón Gomez de la Serna. Además de la autora, se contará con la presencia de Eduardo Becerra, Elvira Minguez, Julieta Gonzalez Obligado, Camila Paz Obligado y Juan Casamayor.