Sucedió el viernes, un dia después del concierto de U2 en Madrid. Otra noche de Juerga en las fiestas de la Paloma, y otra vez la calle infestada con la oleada de gente, de músicas, y de mojitos de tamaño familiar. Estabamos atiborrándonos uno de esos minis con yerbabuena frente al Barrio Alto, un bar que está detrás del Mercado de la Cebada, que tiene una de las mejores mezclas de música de la zona. Por lo menos durante las fiestas.
La calle estaba llena y el ambiente caldeadito cuando el pincha metiò Superstar DJ, es decir una apuesta segura, hasta fácil, cuando se trata de poner a botar a la mas inhibida de las masas. Y asi fue. Antes del primer "Here-we-go!" todas las manos al cielo y todos a botar sobre el pavimento, como si fuera un trampolìn.
Entonces reventó la canción, y entonces fue cuando un grupo de alegres pirados, que exprimían sus minis alrededor de una mesa de plástico que estaba a media calle y que estaba completamente cubierta de por una de pila de vasos de plástico de los de a litro hicieron su colaboracion. De la nada, comenzaron a corear a su bola, aunque muy coordinada y mas certeramente el "e-eo-eo-e! e-eo-eo-e!" de la canción de Vertigo de U2. (que por cierto, para todos aquellas que les gusta inventar letras, no dice "I'm in a place called Benidorm")
Al parecer la euforia del concierto de la noche anterior todavía daba para más. Y la euforia se fue contagiando a los que estaban alrededor y que tal vez tambièn habían ido al concierto. En tres compases unas 100 personas hacìan que el coro improvisado sonara como un track mas del disco. Perfectamente entonado, acompasado, y al mismo tiempo, con una coherencia anímica espeluznante.
La gente calló. Luego la gente lo repitió una, y dos veces. Y yo, no voy a poder escuchar cualquiera de las dos canciones sin remitirme automaticamente a la otra. Y si mis habilidades para mezclar fueran las mìnimas aceptables.
