Jihad: El Musical
Después de Madrid, Edimburgo es probablemente el mejor lugar en Europa para estar en Agosto.
El muégano de festivales que se unen durante el único mes en el que hace buen tiempo en Escocia (los hay de teatro en la calle, de standup, de improvisación, de cine, de música, etc) se conoce como Fringe. Añada usted todos los litros de cerveza desde tempranas horas, adereze con cientos de actores que trabajan en la repartición de flyers en las horas que no están actuando y volverá usted como un experto en lo más in artes escénicas.
El muégano de festivales que se unen durante el único mes en el que hace buen tiempo en Escocia (los hay de teatro en la calle, de standup, de improvisación, de cine, de música, etc) se conoce como Fringe. Añada usted todos los litros de cerveza desde tempranas horas, adereze con cientos de actores que trabajan en la repartición de flyers en las horas que no están actuando y volverá usted como un experto en lo más in artes escénicas.
Ante tal oferta hay que ser demasiado original, radical y transgresor como para que alguien recuerde el nombre de tu obra. Yo, por ejemplo, me quedé con The Bomb-Itty of Errors, version hiphopera de The Comedy Of Errors de Shakespeare, rapeada por cuatro actores que hacían doce personajes al ritmo de un DJ-schratcher apostado en el altar de una capilla gótica debajo del que descansaban los parroquianos caídos en la gran guerra.
Hablando de guerra, lo más sonado, recordado y laureado de la edición 2007 del fringe es Jihad: The Musical, que como se puede ver en el vídeo va de un hombre con ansias de fama y que decide seguir los pasos de Bin Laden para convertirse en un mito mediático. Y por lo visto, está a punto de lograrlo.
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