El Día de la Marmota Musical
Ante la modilla esa de los músicos profesionales que bajan de incógnito a dar conciertos en subterráneos con la única intención de poner en evidencia la frialdad y la poca cultura musical de los transeúntes, no está de más decir que el sentimiento de indiferencia es también propiciado por los propios músicos.
Mi queja en particular va a la carencia de variedad en el repertorio. Vale, que fríos e incultos pero si hay canciones que nos pegan más. Lo cual no da derecho a repetirlas hasta el -literal- hastío.
Cito en particular el popurrí-mashup-medley o como se le quiera llamar de Bésame Mucho e Historia de un Amor. Dos grandes canciones que estoy empezando a odiar. Lo he escuchado en todos los ritmos e instrumentos, tocados por músicos de todas la nacionalidades, y cada vez que oigo una versión nueva miro a la concurrencia, para ver si alguien tiene la misma cara de incredulidad que yo.
Pero no. La gente sigue clavada en su sudoku, en sus 20 minutos o en su sieta. Totalmente indolentes de la tortura a la que están siendo sometidos. Otra vez. La idea, creo yo, es hacer el viaje un poco más placentero, no rendir pleitesía a los músicos. Que venga el señor Bell a decirnos que somos unos insensibles.
Nota: En Valencia ya están haciendo lo suyo
Mi queja en particular va a la carencia de variedad en el repertorio. Vale, que fríos e incultos pero si hay canciones que nos pegan más. Lo cual no da derecho a repetirlas hasta el -literal- hastío.
Cito en particular el popurrí-mashup-medley o como se le quiera llamar de Bésame Mucho e Historia de un Amor. Dos grandes canciones que estoy empezando a odiar. Lo he escuchado en todos los ritmos e instrumentos, tocados por músicos de todas la nacionalidades, y cada vez que oigo una versión nueva miro a la concurrencia, para ver si alguien tiene la misma cara de incredulidad que yo.
Pero no. La gente sigue clavada en su sudoku, en sus 20 minutos o en su sieta. Totalmente indolentes de la tortura a la que están siendo sometidos. Otra vez. La idea, creo yo, es hacer el viaje un poco más placentero, no rendir pleitesía a los músicos. Que venga el señor Bell a decirnos que somos unos insensibles.
Nota: En Valencia ya están haciendo lo suyo
7 comments:
Será muy terrible, como dices, pero yo tomo un cantante de boleros en el metro cualquier día en NY(siempre que me toca oirlos les doy algo de dinero, por recordarme mis raíces), que el bestia del Sanjaya -o como sea que se escriba- del American Idol destrozando "Bésame Mucho"
Está claro que todos los participantes de estos concursos musicales arderán en un círculo exclusivo para ellos en del infierno.
La verdad es que hay días que a uno le entran ganas de ser Bill Murray para poder dar rienda suelta a un particular día de furia sabiendo que al día siguiente todo volverá a ser como la mañana anterior.
Los chicos de OT y los locutores de radio-fórmulas serían una buena primera opción para pagar la cuenta, el pato, los platos rotos y alguna letra de la hipoteca.
He de decir que ayer me toco compartir vagón con un músico que se echó al hombro una especie de xilófono portátil (disculpen mi ignorancia sobre instrumentos vernáculos mediterráneos), lo de portátil es un decir, por que ya de por sí era una proeza mantenerse en pie con los arreones del tren, para arrancarse con el tema del Padrino.. hubo que quitarse el sombrero y aflojar la marmaja.
Por cierto, postulo las candidaturas de Coti, Julieta y Venegas y la Sra. Vallejo Nájera a la primera edición de los premios 'El Día de la Marmota Musical'.
Cierto, y le subo 3: "Sólo le pido a Dios" y "El Humahuaqueño" a pura flauta andina y guitarras pequeñitas; y "Careless Whisper" en desentonadísimo saxofón.
Argh!!! Calla, que duele!!
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