Después del partido me fuí con unos amigos a festejar
al Junco, un bar jazzero en Alonso Martinez. De camino algun par de borrachos, al distinguir mi camiseta blaugrana (
la del centenario, con el 4 de
Guardiola) lanzaron alguna felicitación desde el otro lado de la calle. Poco más. Entramos, pedimos una ronda, brindamos por el triunfo, y tratamos de liberar un poco de la tensión acumulada en 2 horas, un año, y casi década y media.
Además de un puñado de clientes al otro lado del salón, el bar estaba casi vacío. Un grupo con una cantante morena y una decente sección de metales empezó a tocar, por lo que salí a la calle para hablar por teléfono.
Al volver al bar, el portero me cerró el paso. Le expliqué que mis amigos me esperaban dentro.
Muy amablemente me dijo que por esta ocasión estaba bien, pero que la próxima vez que me presentara con una camisa de algún equipo de fútbol no me iba a dejar entrar, porque podría ofender la sensibilidad de otros clientes.
Mi única reacción fue entrar al bar, terminar mi copa, masticar los hielos, y ya de salida, le pregunté que si tal regla, aplicaría, por ejemplo, si en dos meses Brasil gana el Mundial, y la cola para entrar al bar está llena de camisetas
verde amarellas. Me contestó que sí.
Lo que me jode en realidad, es ese intento de ser
politically correct de "ofender las sensibilidades de los demás". Hubiera preferido que me dijera que al dueño o a él mismo le tocaba un huevo el Barça y más que sus seguidores vinieran a emborracharse a su barra. Ó que entara bajo mi propio riesgo, pero que corría peligro que el sax o el contrabajo pudieran aterrizar en mi cabeza, por que los del grupo eran madridistas y los estaba desconcentrando mi presencia. Juro que lo hubiera entendido.
Su supuesta prohibición me suena más a esos letreros de puerta de cantina mexicana de "Se prohibe la entrada a uniformados y a mujeres solas."
Para rematar, a la mañana siguiente, me entero de los que
fueron a celebrar a Cibeles. No sé si tenían intenciónes de provocar o siemplemente muy poca creatividad para encontrar algún lugar para celebrar. ¿Qué ganas de invocar al rival en un truinfo que es sólo del Barça? No se si tenían intenciones de provocar, repito, pero me pregunto, si el Madrid ganara cualquier cosa, y se juntara un grupo de merengues a celebrar en Canaletas: ¿En dónde los enterrarían?
En fin, siento incordiar con mis flatulencias.
Ah y...
¡
Visca el
Barça!